miércoles, 28 de enero de 2015

Santo Tomás de Aquino

 Lo admirable de este santo es que la sabiduría no la adquirió tanto en la lectura de libros, sino de rodillas y en oración ante el crucifijo. Además, cuando exponía sus ideas, las hacía con respeto y total calma, aun  cuando sus contrincantes lo ofendían.

Compuso el “Pangelingua” y el “Tantum ergo”, así como otros cantos Eucarísticos que se entonan hasta nuestros días, por pedido del Papa, quien le solicitó que escribiera himnos para la Fiesta del Corpus Christi.

Jesucristo se le apareció y le dijo: "Tomás, has hablado bien de mí. ¿Qué quieres a cambio?".  Santo Tomás respondió: "Señor: lo único que yo quiero es amarte, amarte mucho, y agradarte cada vez más".


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